“LATIENDA DE MUÑECOS”
Julio Garmendia
Análisis
I. Introducción:
El cuento fue escrito por Julio Garmendia, quien además de
escritor fue un periodista y diplomático venezolano. Nació en Lara en 1898 y
murió en Caracas en 1977, hijo de Rafael Garmendia Rodríguez y Celsa Murrieta.
Fue uno de los fundadores del Colegio La Salle, tuvo participación en el diario
El Eco Industrial y redactó para el periódico El Universal. Trabajo también en
la delegación de Venezuela en París y fue cónsul en Génova, Copenhague y
Noruega.
Escribió “La tienda de muñecos” en 1927, llevándolo a ser
considerado como el introductor del realismo fantástico en Hispanoamérica. Este
género literario tiene como característica darle a hechos cotidianos un enfoque
irreal, haciendo que el lector tenga que pensar más allá de lo que se describe
para poder encontrar el significado principal del relato.
El cuento en sí comienza con el relato del nieto del dueño
de la tienda de muñecos, explicando, a través de lo que se puede entender como
una carta, cómo su abuelo y su padrino nunca le permitieron jugar con estos ya
que sus vidas estaban en deuda con los muñecos. El nieto sabe que al pasar a
ser suya la tienda cambiarían las ideas que tanto su abuelo y padrino tenían.
Tiempo después de que muere el abuelo, la tienda pasa a ser
posesión del padrino, quien ordena rigurosa y jerárquicamente a los muñecos en
los estantes. Este, años después, se siente muy enfermo y auspicia su pronto
fallecimiento. Durante sus últimos instantes de vida le hereda la tienda al
ahijado y le da recomendaciones para manejarla. Mientras hablaba, se escuchaban
los ruidosos llantos de Heriberto, el mozo de la tienda, por lo que el padrino
le da la última orden a este y como acto seguido muere.
Finalmente, el nuevo dueño de la tienda solo se limita a
limpiarse una lágrima saliente pero sintiéndose inquietado de que Heriberto
pudiese sentir más dolor que él. El mozo
lo toma por los brazos gritando desesperado, pero aquel se desprende sin
violencia y le ordena volver a acomodar los muñecos en su lugar.
II. Análisis:
“La tienda de muñecos” está compuesta de diferentes
elementos, como lo son el narrador, los personajes, el tiempo y los recursos
literarios.
A. Narrador:
Se puede evidenciar un narrador protagonista. Este tipo de
narrador se caracteriza porque la redacción de las acciones es hecha por el
personaje principal y ofrece una visión limitada de los hechos ocurridos puesto
que se describe únicamente lo que percibe dicho personaje. Se habla de este
tipo de narrador en el cuento porque el nieto es quien lo relata, él describe
lo que sucede a su alrededor, lo que le mandan a hacer su abuelo y luego su
padrino y muestra su opinión sobre la situación en la tienda.
Ejemplos:
“A mis ojos posee esta tienda el encanto de los recuerdos de
familia; y así como otros conservan los retratos de sus antepasados, a mí me
basta, para acordarme de los míos, pasear la mirada por los estantes donde
están alineados los viejos muñecos, con los cuales nunca jugué.” Garmendia,
Julio. “La tienda de muñecos”. Página 1.
“Muerto mi abuelo, mi padrino tampoco me permitió jugar con
los muñecos, que permanecieron en los estantes de la tienda…” Garmendia, Julio.
“La tienda de muñecos”. Página 1.
B. Personajes:
Los personajes presentes en este cuento son: el nieto, el
padrino, el abuelo, Heriberto y los muñecos. Estos se dividen en principales y
secundarios, que pueden ser a su vez protagonistas, oponentes o antagonistas,
ayudantes que apoyan las acciones de los personajes o personajes referenciales
que sirven para aclarar ciertas informaciones.
El nieto, al ser quien relata la historia, se convierte en
el personaje principal, el protagonista. Al inicio del cuento se puede entender
que la historia de la tienda de su familia él la redactó en un papel bajo el
anonimato y luego este fue encontrado por una persona. Él explica la forma de
administración en la tienda y expresa su opinión al respecto, sintiendo
resentimiento por nunca haber podido tocar aquellos muñecos, confusión al ser
estos los objetos a los que les debe la vida, según su abuelo y su padrino, y
también lejanía a sus parientes porque aquellos siempre estuvieron muy
centrados en la tienda.
Ejemplos:
“Esto explica mis asuntos banales, y por qué trato ahora de
encerrar en breves líneas la historia -si así puede llamarse- de la vieja
Tienda de Muñecos de mi abuelo que después
pasó a manos de mi padrino, y de las de éste a las mías.” Garmendia,
Julio. “La tienda de muñecos”. Página 1.
“No era posible que yo, que les amé entrañablemente a ambos,
considerara con ligereza a aquellos a quienes adeudaba el precioso don de la
existencia.” Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 1.
Los muñecos también juegan un papel sumamente importante en
este cuento, ya que es gracias a ellos que la historia cobra sentido. Son el
sustento de la familia y debido a estos es que tanto el abuelo como el padrino
actúan como lo hacen. Estos hechos convierten a los muñecos en personajes
principales o protagonistas.
Ejemplos:
“Mi abuelo, y después mi padrino, solían decir, refiriéndose
a ellos:
-¡Les debemos la vida!” Garmendia, Julio. “La tienda de
muñecos”. Página 1.
Podemos encontrar también a los personajes secundarios
antagonistas, que son tanto el abuelo como el padrino, porque debido a estos
dos el nieto, cuando era apenas un niño, no tuvo la oportunidad de poder jugar
con todos esos muñecos que se exhibían en la tienda. El más destacado es el
padrino, que al quedar al mando de la tienda impone un orden demasiado estricto
en cuanto a la organización de los muñecos y el trato que se les daría a estos.
Lo hacía porque según él así se mantendría el orden en la tienda.
Ejemplos:
“Desde pequeño se me acostumbró a mirarlos con seriedad.”
Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 1.
“Muerto mi abuelo, mi
padrino tampoco me permitió jugar con los muñecos, que permanecieron en los
estantes de la tienda, clasificados en orden riguroso, sometidos a una estricta
jerarquía, y sin que jamás pudieran codearse un instante los ejemplares de
diferentes condiciones…” Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 1.
Por último se encuentra a Heriberto, el mozo de la tienda
que acabó por adquirir una actitud afeminada. Este es un personaje secundario
ayudante, presta sus servicios al padrino, siéndole fiel y sintiendo un gran
dolor al presenciar su muerte, aún y cuando aquel le daba los peores muñecos y
lo trababa como si fuese uno de esos.
Ejemplos:
“…mi padrino le equiparaba a los peores muñecos de cuerda y
le trataba al igual que a los maromeros de madera y los payasos de serrín, muy
en boga entonces.” Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 2.
“En este momento mi padrino fue interrumpido por el llanto
de Heriberto, que se hallaba en un rincón de la trastienda, la cabeza cogida
entre las manos, y no podía escuchar sin pena los últimos acentos del dueño de
la Tienda de Muñecos.” Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 3.
C. Tiempo:
En cuanto al tiempo empleado a nivel de la historia se
evidencia que los hechos ocurrieron en el pasado, ya que al ser el cuento la
representación de un escrito que supuestamente fue realizado por el narrador de
forma anónima y encontrado por alguien más, se da la conclusión que fue un
hecho que ya ocurrió.
Ejemplo:
“No sé cuándo, dónde ni por quién fue escrito el relato
titulado “La tienda de muñecos”. Tampoco sé si es simple fantasía o si será el
relato de cosas y sucesos reales, como afirma el autor anónimo; pero, en suma,
poco importa que sea incierta o verídica la pequeña historieta que se
desarrolla en un tenducho.” Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 1.
Por otro lado, el tiempo a nivel del discurso es
pluridimensional de carácter intercalado, porque se muestra primero la
introducción a aquel escrito anónimo y luego el contenido de este, lo que lleva
al lector a dar un salto al pasado donde ocurren los acontecimientos de la
tienda de muñecos.
Ejemplo:
“La casualidad pone estas páginas al alcance de mis manos, y
yo me apresuro a apoderarme de ellas. Helas aquí:
No tengo suficiente filosofía para remontarme a las
especulaciones elevadas del pensamiento. Esto explica mis asuntos banales, y
por qué trato ahora de encerrar en breves líneas la historia -si así puede
llamarse- de la vieja Tienda de Muñecos…” Garmendia, Julio. “La tienda de
muñecos”. Página 1.
D. Recursos
literarios:
Por último, se pueden apreciar en el cuento diversos
recursos literarios, que son aquellos que embellecen las ideas expresadas y
hasta le dan un toque poético.
Se puede encontrar la utilización del hipérbole, que se
trata de exagerar situaciones o características de algo o alguien.
Ejemplos:
“-¡Les debemos la vida!” Garmendia, Julio. “La tienda de
muñecos”. Página 1.
Este es un ejemplo de
hipérbole debido a que los muñecos no han realizado ningún tipo de acción que
le haya otorgado la vida a los personajes humanos del cuento. Ciertamente han
sido el sustento de la familia en lo que se puede deducir como el ámbito económico,
pero la vida en sí no la dan los muñecos.
También se consigue lo que es la humanización que consiste
en dotar a seres no vivos, animales o ambientes cualidades humanas.
Ejemplos:
“Juzgaba que era conveniente inspirarles temor y tratarlos
con dureza a fin de evitar la confusión, el desorden, la anarquía, portadores
de ruina así en los humildes tenduchos como en los grandes imperios.”
Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 1.
Esta parte del texto
humaniza primero a los muñecos, ya que al no tratarlos de aquella manera estos
llevarían a la confusión, el desorden y la anarquía; situación que en la
realidad no puede suceder, un muñeco no puede confundirse o confundir a los
demás, no puede desordenar un espacio y muchos menos puede dirigir a la anarquía,
ya que son objetos sin vida, sin consciencia. Por otro lado, esta cita humaniza
también la confusión, el desorden y la anarquía al decir que estos son
portadores de ruina. Estos son solo sustantivos que describen situaciones que
los humanos mismos generan.
“A estos desdichados acababa por separarlos de los demás,
sospechando tal vez que habían adquirido hábitos perniciosos en las manos de
Heriberto.” Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 2.
Aquí se hace notorio
que nuevamente se le conceden cualidades humanas a los muñecos, la palabra
“desdichado” hace referencia a los que estaban en manos de Heriberto y la
humanización se da al decir que estos adquieren hábitos y por eso son separados
de los demás.
“-A estos guerreros les debemos largas horas de paz.”
Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 2.
Ya a finales de este
cuento encontramos otra humanización de los juguetes. Los guerreros claramente
se inspiran en los soldados en vida que brindan servicio al país, sin embargo,
el guerrero de juguete no puede brindar más que momentos de diversión a un niño
en desarrollo.
El símil es un recurso que se puede encontrar en el cuento,
este recurso tiene como finalidad la comparación de dos elementos utilizando un
nexo.
Ejemplos:
“Heriberto no tenía más sesos que los muñecos…” Garmendia,
Julio. “La tienda de muñecos”. Página 2.
Se entiende por la utilización de la palabra “sesos” al
coeficiente intelectual o la inteligencia, y esta se compara entre el mozo de
la tienda y los muñecos. Al decir que Heriberto tiene menos sesos que los
muñecos resalta el bajo nivel de inteligencia de aquel hombre, pues un muñeco
no posee esta cualidad.
“…podía considerarme fruto de amores de trastienda, como
suelen ser los héroes de cuentos picarescos.” Garmendia, Julio. “La tienda de
muñecos”. Página 2.
El nieto de la tienda compara la relación de sus padres para
concebirlo a él con los personajes de cuentos de romances apasionados. Quizá
haya nacido de una pareja que se encontraba fuera del matrimonio, sin embargo,
los describe como padres honrados.
Por último encontramos la metáfora, que se basa en la
comparación de dos objetos que pueden presentar similitud y no se unen con un
nexo.
Ejemplos:
“…su mirada ya próxima a extinguirse.” Garmendia, Julio. “La
tienda de muñecos”. Página 2.
Hace referencia a que
la mirada de su padrino expresaba que su muerte se aproximaba, que ya su cuerpo
se desvitalizaba con más rapidez.
“…expiró poco después de pronunciar aquellas palabras.”
Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”. Página 3.
La palabra “expiró”
se entiende como la fecha de vencimiento de algo, y al ser utilizado en una
persona da significado de que esta ya ha cumplido su lapso de vida y por ende muere.
IV. Conclusión:
El cuento muestra en sí la simple historia de la vida de un
niño que luego se vuelve adulto presenciando a su abuelo y luego a su padrino
administrar la tienda de muñecos que le dio sustento a su familia. Sin embargo,
al ver esta obra desde lo que es el realismo fantástico, podemos encontrar que
los sucesos pueden ajustarse a la realidad.
Utiliza a los personajes, el nieto, el abuelo, el padrino,
el mozo y los muñecos, para describir lo que podría tomarse como un país,
siendo así los muñecos y el mozo la representación del pueblo; el abuelo y el
padrino los gobernantes; y el nieto la oposición al sistema que imponen esos
gobernantes.
Con esto se le da a la obra el enfoque realista y elimina lo
fantástico de la tienda de muñecos. Dejando al desnudo su esencia, podría
resumirse entonces de la siguiente manera:
La muerte de un gobernante autócrata (el abuelo) genera la
transmisión del poder al siguiente (el padrino), quien termina por empeorar la
situación presente el país, dividiéndolo en clases sociales y despreciando a
los del estrato más bajo (organización jerárquica de los juguetes). Llevando a algunos dejarse manipular como si fuesen juguetes ("...confundo a los abogados con pelotas de goma..." Garmendia, Julio. "La tienda de muñecos". Página 2.)
Pero temiendo
también de los que se le oponen y mandándolos a encarcelar (“Encierra
precisamente cantidad de sabios, profesores, doctores y otras eminencias de
cartón y profundidades de serrín que ahí se han quedado sin venta y permanecen
en la oscuridad que les conviene.” Garmendia, Julio. “La tienda de muñecos”.
Página 3.)
Al momento de la
muerte de este otro gobernante, los conscientes del daño, es decir, la
oposición, no sienten tristeza alguna (poca dolencia por parte del ahijado) y
se disponen a arreglar el daño causado, sin embargo, los ciegos seguidores de
aquel gobierno expresan gran pena por lo ocurrido (fuertes sollozos de
Heriberto).
En conclusión, los personajes terminan formando una
realidad vivida por varios países del mundo, algunas en proceso, que van apenas
por su desarrollo y otras que ya alcanzaron ese final donde triunfa el progreso
y la moral. Entre esos países en proceso se encuentra Venezuela, que a lo largo
de los años se ha encontrado en un constante cambio de mal para bien y de bien
para mal. Aplicando esto a la realidad actual, aunque el autor se halla
inspirado en la realidad de su época, Venezuela se encontraría atravesando un
momento de poca moral y poder descontrolado, sin embargo, se espera también ese
final de orden, avance e igualdad.
IV. Referencias Bibliográficas:
BLANCO, M. (2014). Cuaderno de castellano y literatura.
Caracas: 2do año.
GARMENDIA, J. (1927). “La tienda de muñecos”.
V. Otras fuentes:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/garmendia/la_tienda_de_munecos.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_Garmendia
http://html.rincondelvago.com/realismo-magico-y-fantastico.html